En busca de la pureza

La vida y la libertad son los bienes más preciados. A veces vienen de la mano y a veces hay que esforzarse para combinarlos. Es inútil intentar encontrar ambas en una sociedad actual. El modernismo que hoy en día rige en toda aquella, hace que el individuo lleve un día a día regulado por lo que el resto de los sujetos impone, ya sea voluntaria o involuntariamente.
Yo pienso que no es lo mejor alejarse de las grandes ciudades, porque gracias a estas tenemos facilidades tecnológicas que, ahora, se han vuelto muy importantes para el desarrollo de nuestra vida, no siendo así para nuestra libertad, puesto que se termina generando cierta dependencia.
Imaginémonos por un momento a un hombre o una mujer que viaja sin un destino determinado, recorre los lugares que ni siquiera aparecen en los mapas para decidir en cuál vivir. Una vez seleccionado el lugar, esta persona, suponiendo que sus recursos le permiten tanto viajar como construir una casa en un terreno determinado, decide y logra instalarse en tal ubicación. ¿Su vida allí será una vida? ¿Finalmente encontró la libertad? Por supuesto, estamos hablando de algo aislado, sin teléfono, ni computadora, ni televisión; tal vez una heladera y un lavarropas para que no sea tan difícil. En mi opinión no puede haber mayor sensación de libertad, uno se rige bajo sus normas y regula su vida cotidiana en relación a lo que quiere o necesita.
En embargo, no podemos hablar de Vida; los animales, las plantas y los artefactos no hablan y, a pesar de que disfrutemos de su muy grata compañía, el sentimiento de soledad sería creciente. No creerán que uno se acostumbra, ¿no?
Estamos hablando de un aislamiento que genera una autodependencia total y, por lo tanto, un ciento por ciento de libertad, aunque muy poca vida. No se trata de ser como un delfín amaestrado en un acuario que, según dicen, sí se acostumbra; se perdería la noción tanto del tiempo como del origen de la persona, puesto que, en ese viaje en busca de la libertad pura, se aleja de todo lo que lo/la hizo quien es. Así se puede agregar que quienes le proporcionaron la vida, no son conscientes de que no le dieron del mismo modo libertad.
Podemos concluir entonces que vienen de la mano, en un apretón en el que una siempre será más presionada que la otra y no a la par, puesto que para llegar a la pureza en una de ellas, es requisito contaminar a la otra. Sin embargo, debe haber un lugar neutral, en el que el perfecto equilibrio sea posible y ofrezca altos niveles de pureza y libertad. Habrá que viajar hasta encontrarlo.

Comentarios

  1. Quién diría que por estos lares te encontraría Daniel Senderovsky???
    Siempre busco alguien a quien leer y comprender, porque yo misma escribo y espero que alguien me lea y me comprenda. Es agradable encontrar escritos tan buenos como estos, de esos que te hacen pensar.
    Espero que sigas escribiendo. Y estás invitado a visitar mi blog donde las letras se acompañan con algunas imágenes. http://traveltimeh.blogspot.com.ar/

    Saludos desde Zapala. Elba.-

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